GRECIA
Todos los aterrizajes nos regalan esos minutos de emoción. Cuando recuperamos la percepción real del espacio y la altura, jugando con las vistas que a capricho nos va mostrando la ventanilla y que nos llevan inevitablemente a revisar en tan corto tiempo todos los planes y expectativas que tenemos en nuestro destino.
Si hay uno que te hace olvidar todo el plan de viaje, es éste que te inunda con inmensas colinas suaves y redondeadas de un blanco calizo, como si toda la ciudad fuese espuma que va abrazando suavemente el mar.
Si con suerte, llegamos a conseguir, antes de tomar tierra que nos reciba "Acrópolis", marcando su territorio en medio de todo este escenario blanco moteado de los verdes de los olivos, cipreses y naranjos, el vértigo vuelve a invadirte de nuevo.
Mientras tanto, desde el fondo los destellos del Golfo Sarónico, salpicado de los colores mediterráneos de Aegina, Poros e Hydra y atenta a nuestra llegada, no pasa desapercibida la impresionante Isla de Salamina, confirmándonos que comienza una experiencia, que sin duda, permanecerá largo tiempo en el viajero.
Un único golpe del tren de aterrizaje...y ahora sí, estamos en Atenas, nos recibe Grecia.
Historia, Cultura, Gastronomía, Naturaleza, Deportes, gente fabulosa y el Mediterráneo rodeándolo todo, que se presentan en miles de piezas que hay que ordenar en un puzzle con infinitas posibilidades, todo en función a las necesidades y gustos del viajero. Os acercamos a un destino cercano, seguro y único, capaz de ser diferente en cada viaje.